Toma el control de tu vida, porque si no los demás lo harán por ti
Hodie, Nunc.
No podemos dejarnos arrastrar por la vida, la vida hay que vivirla, disfrutar de todo lo que hay en ella y descubrir cada día un nuevo aliciente, vivir el momento, el hoy, el ahora.
Ese puede ser nuestro lema de vida: “HODIE NUNC” (hoy, ahora). Vivamos intensamente el presente, el ahora, sin acordarnos del ayer, que ya pasó y sin preocuparnos del mañana, que no sabemos si llegará.
Cada momento que vivimos es irrepetible y efímero, hay que aprovecharlo al máximo.
El pasado, pasado es, jamás vuelve. Nuestra vida, para disfrutarla por completo, la debemos ver como una continua sucesión de momentos presentes que vivimos en primera persona.
Nuestra vida la vamos construyendo al caminar, y nuestra actitud ante los acontecimientos que vivimos. es la clave para vivir esos momentos con intensidad, es la manera de poder ser felices.
No nos permitamos aplazar el disfrute de vivir cada instante, en ocasiones podemos engañarnos y pensar que las vivencias que experimentamos se repiten, pero es un espejismo dañino que nos limita, en la vida no existe la monotonía, cada experiencia que vivimos es un nuevo episodio que nos enriquece
En filosofía me enseñaron una máxima “el hombre es libre en todos sus actos, menos en la búsqueda de la felicidad” y es una gran verdad, todo lo que hacemos, elegimos, buscamos, trabajamos, lo hacemos para alcanzar esa felicidad. Podríamos decir que la búsqueda de la felicidad se convierte en nuestro “Santo Grial”, que no dejamos de buscar, que anhelamos con todas nuestras fuerzas, y que nunca llegamos a encontrar en plenitud.
En esa búsqueda de la felicidad, que será distinta para cada uno de nosotros, descubrimos ciertos criterios o características comunes sin las cuales no conseguiremos vivir una vida que merezca la pena vivir, son 5 palancas que nos ayudan a vivir una vida más plena:
- Coherencia
- Coraje
- Pasión
- Optimismo
- Confianza
Para tomar las riendas de nuestra vida y vivirla de manera feliz necesitamos armonizar nuestro actuar con nuestro pensamiento, que nuestras obras reflejen lo que realmente pensamos.
Eso es la coherencia o unidad de vida, que nos impulsa a actuar en cada momento según nuestro esquema de valores, haciendo lo que creemos es correcto, sin buscar la aprobación de los demás. Hacemos aquello que consideramos debemos hacer, independientemente de lo que piensen de nosotros. Actuar así nos da una gran paz interior, seguridad y la tranquilidad de que lo que hacemos lo hacemos porque queremos y porque pensamos es lo mejor. Para poder vivir así, necesitamos el coraje, ser valientes, tener la osadía de vivir cada instante conforme a lo que pensamos, sin miedo alguno al qué dirán. Ese valor es el que necesitaremos frente a los demás y frente a nosotros mismos, la valentía para aceptar las cartas que en esta vida nos han tocado, sacando el mayor provecho de ellas, sin perder el tiempo en pensar que nos hubiera gustado que nos tocaran otras.
En ese sacar partido a los acontecimientos que vivimos es donde entra la pasión, la capacidad de amar, que cada uno tenemos y que debemos aplicar en todas las dimensiones de nuestra vida. Hay un pequeño secreto muy sencillo que nos ayuda a desarrollar esa pasión en nuestra vida y es amar lo que llevamos entre manos, es decir no se trata tanto de trabajar en lo que nos gusta, sino que nos guste lo que hacemos. Cada uno de nosotros decidimos que hacer y qué no hacer, lo que hacemos por obligación es como una losa que nos pesa y nos arrastra, lo que hacemos con ilusión nos da fuerza y vitalidad, nos aligera el trabajo. Lo que hacemos con pasión nos da alas para disfrutar cada momento.
Imagino que en este momento de la lectura alguno de vosotros puede estar pensando, si claro, muy fácil esto de amar lo que se hace, se ve que no sabe lo que tengo yo que hacer cada día… y es cierto, no lo sé, pero lo que sí sé, es que en todo lo que hacemos hay algo positivo, por muy negra y aciaga que sea nuestra realidad, siempre necesitamos apoyarnos en el optimismo para encontrar algo que nos puede atraer y gustar, depende sólo de nosotros y de nuestra apertura de mente el poder descubrirlo. Buscar lo positivo de cada circunstancia no es fácil, pero sí se puede y nos alimenta el alma y fomenta el vivir cada circunstancia intensamente, porque nos recuerda que vale la pena vivir.
No podemos dar demasiado crédito a las circunstancias, no son ellas las que marcan nuestra vida, somos nosotros los que debemos de hacerlo, ellas nos pueden hacer sentir felices o desgraciados en un momento puntual, pero al final en cada acontecimiento es nuestra actitud ante él, el que nos marca realmente y esa actitud nos potencia o nos lastra, por lo tanto necesitamos la confianza de que la vida siempre nos pone retos superables que nos ayudan a vivirla más intensamente.
Este es el momento para plantearnos nuestra vida y hacer que nuestra historia, la tuya, la mía, valgan la pena. Esa historia personal empieza ahora, en este mismo momento, lo que hagamos hoy, ahora, en cada momento, por pequeño que parezca, será parte del resto de nuestra aventura, todo lo que vayamos haciendo nos va construyendo a nosotros mismos, es el momento de ser aventados, como se dice en esta tierra mexicana, tiempo de perderle el miedo al futuro, de olvidarnos del pasado, de vivir plenamente el momento presente. Es el momento de ser valientes y actuar como si cada día fuera el último de nuestra vida, y pensar cómo querríamos vivir ese último día. Tenemos que tener el coraje de soñar y correr el riesgo de actuar para vivir nuestros sueños. HODIE NUNC.
One comment
Noe
3 junio, 2020 at 8:14 pm
Hoy día tenemos que encontrar esas 5 palancas para vivir como si fuera el último día. Muy buen artículo, gracias por compartir.
Comments are closed.